Tatuaje de una vida de risas

Tatuaje de una vida de risas

El paso del tiempo no perdona y las arrugas que se comienzan a notar nos delatan. Aquí te contamos por qué se producen y cómo las podemos manejar.

Por Pilar Rivera

Embajadora MI de Colombia

IG @pilarriverarojas

Hay un tema que es muy frecuente a determinada edad y es que el paso del tiempo no perdona. Empezamos a notar las no añoradas “arrugas”, aquellos pliegues que nos delatan con el paso del tiempo. Pero lo bueno es que cuando tenemos conocimiento de la causa, del por qué, es más fácil de abordar cualquier problema y las arrugas no son una excepción.

Las arrugas gesticulares se forman por una constante flexión de la piel. Con el tiempo se reduce notablemente la producción de colágeno, elastina y grasa subcutánea produciendo que el líquido intersticial (es el líquido contenido en el

espacio entre las células) y la sangre sean empujadas hacia los tejidos, haciendo más claro el contraste entre la zona del pliegue y su entorno. Además algo muy importante que interviene en la generación de arrugas, además de estas sustancias y flexiones, son los músculos faciales. Con el paso del tiempo se genera hipertonía (rigidez en el músculo) producida por la gesticulación de nuestro rostro.

Las arrugas que se presentan de manera temprana son las verticales entre las cejas, por el músculo corrugador superciliar. Las arrugas de los pliegues nasolabiales empiezan en las aletas de la nariz y son provocadas por los músculos nasal y elevador del labio superior y del ala de la nariz. Y así, nuestro rostro está compuesto por más de 30 músculos faciales que nos permiten expresar diferentes sentimientos. Uno de los sentimientos que afecta nuestra piel y contribuye con la generación de arrugas tempranas es el enojo, el cual produce cortisol, que también es una hormona relacionada con el estrés. De hecho, el cortisol buscará adaptarse bajo ciertas condiciones, y, en consecuencia, el enojo es una respuesta funcional del sistema nervioso central. 

Así que, mis queridas lectoras, traten de no enojarse, y así no fomentarán la producción de arrugas. Por otra parte, el órgano más grande de nuestro cuerpo es nuestra piel. Todo lo que sucede dentro de nuestro cuerpo se refleja afuera, así que la piel se afecta y se produce un envejecimiento prematuro de las células: Piel opaca o grasa, resequedad, descamación, problemas dermatológicos como herpes, psoriasis o acné, incluso en la edad madura. 

El rostro de una persona refleja también el estado de salud. La piel está conectada con todos los órganos y sistema: vasos sanguíneos, órganos internos, sistema nervioso central, glándulas endocrinas. Por ejemplo, el estado de nuestros intestinos, su obstrucción se refleja en la frente en forma de arrugas horizontales. 

Pero tranquilas mis queridas lectoras, no entren en pánico. Que los músculos, las emociones, el tiempo…Una serie de factores que producen arrugas. Como dirían en gestión de proyectos: “ya encontramos la causa raíz del problema”, ahora qué haremos para solucionarlo.      

 

Con el problema del paso del tiempo no podemos hacer nada, así que ya deja de ser problema. Con el problema de los músculos, gracias a la tecnología y la ciencia existen una serie de aparatos que contribuyen con la tonicidad de los músculos, como las corrientes galvánicas.

También existen los ejercicios faciales y los masajes faciales que ayudan a tonificarlos, aumentan la irrigación sanguínea del rostro, la producción de colágeno y la eliminación del líquido linfático, contribuyendo a la eliminación de toxinas. También podemos recurrir a los productos cosméticos, que favorecen al mejoramiento de la calidad de la piel.  Con respecto a las emociones es imposible no sentirlas, pero podemos aprender a gestionarlas, y cuando se presenten que sean por periodos muy cortos.

Ya con conocimiento de causa de los que provocan en nuestro rostro, creo que incorporaremos más la risa en nuestro día a día,

porque al contrario del enojo la risa rejuvenece la piel porque tiene un efecto tonificante y antiarrugas y libera endorfinas.  

Para mejorar nuestra salud y que se vea reflejada en nuestra piel y nuestro cuerpo, debemos ser conscientes de nuestros hábitos alimenticios, la calidad de lo que consumimos, el agua que bebemos. En resumen, nuestro compromiso con nosotras mismas es:  Cuerpo, mente y espíritu, los tres elementos a la vez te representan. De nada sirve centrar el esfuerzo en nuestro cuerpo, por ejemplo, si nuestro espíritu está inquieto o nuestra mente agotada. Lograr el equilibrio entre ellos es la clave para alcanzar una vida plena y sin arrugas, o con muy pocas de ellas, o que sean como tatuajes de una vida de risas.